Thursday, May 17, 2018

Sonríe hoy... mañana puede faltarte un diente



Perder una apuesta duele, sobre todo si lo involucrado fue dinero... Perder las llaves duele, porque a veces también involucra tiempo y dinero al llamar al cerrajero. Como toda pérdida, un diente duele. Decía mi papá, es mucho más que perder una valiosa joya.

Mis hijos, uno tras otro van mudando dientes, aunque para ellos significa la llegada del ratón de los dientes y dinero bajo la almohada.  Visito la clínica dental universitaria por lo menos una vez a la semana, algunos de mis hijos están con ortodoncia, otros por limpieza y esta vez me ha tocado turno a mi. Una muy buena amiga, unos cuantos años mayor que yo, me dijo un día entre líneas mientras tomábamos un café que ella le hubiera gustado cuidar más sus dientes, y yo para mis adentros recordando que tenía más de 5 años que no visitaba al dentista, sabiendo que tenía por ahi algunos problemillas pendientes...

Así que no eché en saco roto su consejo y fui a hacer cita.

Se dice popularmente que cada hijo se lleva un diente... hasta ahora no había sido mi caso. Sobra decir que procuro tener una adecuada higiene dental, pero mis visitas al dentista son tema aparte.

P A N I C O.

He de confesar que tengo una pesadilla recurrente: "se me caen los dientes". Es un sueño lleno de angustia debido a que normalmente se caen sin motivo ni razón aparente; simplemente los empujo con mi lengua y ya está, mi boca como de bruja...

En punto de las 10 de la mañana del viernes me presenté a mi cita: 2 muelas del juicio, las superiores. Temblaba en la sala de espera. Hace unos 15 años me extrajeron las inferiores, así que sé de que estábamos hablando. Tan nerviosa y asustada como entonces. O tal vez más,

Me consuela que a diferencia de esa joven que más de 15 años atrás temblaba de miedo, hoy se que soy capaz de eso y más. Duele, pero no tanto como los dolores del parto. La recuperación es difícil, pero no tanto como salir de una cesárea y tener que hacer "vida normal" con los hermanos y el nuevo bebé en casa.

Solo pedí  una cosa: Bendice Señor las manos en las que hoy pongo mi salud dental. Madre Santísima,  acompáñame como siempre y no dejes que con las muelas también pierda el juicio :P

------

Noticia de último minuto:

Todo salió a pedir de boca. "no fue una cirugía traumática" dijo la Dra, mientras llenaba la receta con las prescripción de medicamentos.

Me recupero en casa, con el apoyo, comprensión y ayuda de mi familia, eso si, no pude librarme de mi consecuente pesadilla la noche de mi intervención. Ni modo, el miedo no anda en burro.

No comments: