Wednesday, May 23, 2018

ojos que no ven...



Perdí mis lentes. Afortunadamente y después de una larga búsqueda... -verá usted, es difícil buscar los lentes sin los lentes puestos...- los encontré no muy lejos de donde los había dejado.

Mientras los buscaba, pasó por mi mente la genial idea de mandarme a hacer un par de lentes extra, asi, si se me perdían los que tengo puestos, no me quedaba limitada de mi visión. Y pensando en ello, recordé una hermosa anécdota de cuando el mayor de mis hijos descubrió que necesitaba lentes.

Una noche, camino al hospital, ya cayendo la tarde (que es la hora en la que empieza a ser difícil para mi el manejar) le pedí a Tomás que mirara con detenimiento los letreros de las calles, para no equivocar el camino y llegar pronto, no recuerdo exactamente quién o por qué estábamos de camino a emergencias (una de tantas).

Pude notar su preocupación cuando me dijo: "no alcanzo a ver los letreros". En ese momento supe que había que revisar su visión.

Unos días mas tarde fuimos al centro comercial y visitamos al optometrista, que resultó ser tocayo apellido. El Dr Medina. Comenzaron a hacerle las pruebas de rutina. Mientras mi esposo acompañaba a Tomás para revisar una y otra vez los distintos lentes y cual le hacía ver mejor, la esposa del doctor platicaba conmigo.

En un momento dado, me dijo: "observa la cara de tu hijo ahora que lo lleven al exterior de la plaza con los lentes de prueba". Sin entender mucho a que se refería me tomó la mano y me llevó hasta donde estaban haciendo las pruebas, un poco fuera del local, en el pasillo del centro comercial.

Vi como la carita emocionada de Tomás se trasformaba e iluminaba al ver de nuevo nítidamente siluetas, rostros, detalles... "por esa cara de asombro, es que mi marido no deja este trabajo, a pesar de su edad" me dijo y es que solamente viendo su cara, el doc pudo darse cuenta que había acertado con la graduación.

Algunas personas  prefieren a los profesionales de la salud jóvenes, vanguardistas, que están actualizados, o que cuentan con equipos muy especializados y de última generación. A veces, la experiencia y el amor a la profesión son más útiles y mas certeros que un "equipo novedoso".

La edad no solo es el paso y el peso de los años. Cada minuto trae consigo experiencia, si se sabe capitalizar.

Aveces vemos pasar el tiempo delante de nuestros ojos y simplemente no podemos ver esos pequeños pero importantes detalles que nos acercan a la luz y a la verdad  Vamos a laos de ciego propezándo una y otra vez con los mismos obstáculos, o como yo cuando ando buscando sin mis lentes, sin ellos, sin saber que estaban justo ahí, casi frente a mis ojos.

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