Seis meses y contando.

Es mucho tiempo para algunas, cosas, y muy poco para otras.
Se van volando y cuando te enteras ya estás en el siguiente año, otro ciclo escolar, con deudas más grandes y con más o menos kilos encima.

Tengo un plan, y quiero hacerlo realidad.
Hay un suceso importante que se viene, quiero estar lista.
Seis meses es un buen tiempo para organizar y poner en orden tantas y tantas cosas que se quedan de repente en el tintero.

La vida se va, transcurre en períodos vacacionales, ciclos escolares, meses, semanas. Pasa uno las hojas del calendario, anota pendientes en la agenda y las cosas importantes a veces se quedan de lado. Espero ya no me suceda
Ahí voy, muy mal con los propósitos de año nuevo, algunos permanecen, (como escribir con más frecuencia aquí) otros parece que se diluyen con la premura de la vida (como hacer ejercicio y comer mas sano) pero aún queda casi un semestre del año. Hay planes en el horizonte. Planes muy hermosos pero que requieren de esfuerzo para llevarse a cabo como se debe.

Por lo pronto a luchar contra los demonios del día y poner manos a la obra. Que si van a llegar las musas me encuentren trabajando, como decía Picasso (creo).

Poco a poco, como la tortuga, paso a paso quizá generación tras generación se note el impacto de lo que el día de hoy hago primero por mi, luego por mi familia y al final repercutirá en la sociedad y en el universo. Y me voy, porque los perros no se pasean solos, la comida tarda en preparase y la educación y formación de seres humanos no llega sola.

Buen día y enhorabuena para quienes este semestre que termina es el inicio de un proyecto más que cambiará el destino. Aunque solo parezca una plática de café y sobremesa.