Con la casa a cuestas, Así va el, con agobio de llevar todas sus pertenencias sobre sus hombros. Son muchos, el jardín esta lleno en los tiempos en que empieza a llover. Ahi van, cada uno con su concha arrastrándose babosa y lentamente.
Ayer pensaba que a veces soy como un caracol. Ahí voy por la vida, arrastrándome de cansancio, por el peso del estrés que me provoca avanzar tan lento, cargando sobre el lomo todo lo que "me pertenece". Y me encuentro a muchos otros caracoles, como yo, unos con unas conchas enormes y elegantes, otros con unas pequeñas conchitas... todos vamos así por la vida deslizandonos lentamente bajo el peso de nuestra carga.
¿Que pasaría si me convirtiera en babosa? si decidiera un buen día botarla, o las circunstancias de la vida me arrebataran mi protección? ¿moriría? después de todo llevar a cuestas todo a todos lados no solo es molesto. También es útil. La enorme carga que es mi cocha está formada por historias, anécdotas, dolores, anhelos, propiedades, amigos, desencuentros... y como una espiral se ha ido formando poco a poco en una especie de capas rígidas que me han hecho resistente al frío, al calor, al dolor... quizá no es tan malo después de todo tener sobre los hombros el peso de una historia. lo que me ha hecho falta en mi existencia caracolesca es "un poco de baba" de vez en cuando, no tomarme la cosa tan en serio, para que todo fluya y resbale... aunque sea lentamente
Buen Jueves
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