Conspiración

Hoy hace 38 años viste la luz por primera vez. Anunciaste tu llegada probablemente con un grito acompañado de un reclamo por el violento cambio de temperatura y ruido que te rodeaba. No llegaste solo al mundo. Llegaste dentro de una mujer, y una mujer acompañó tu desarrollo dentro del vientre.
Imagino tu infancia entre los que te aman, tus juegos siempre inquietos y arriesgados, -prueba de ello las cicatrices que se dibujan sobre tu piel- y la inquietud que aún conservas; esa que no te permite estar detenido ni por un minuto. Siempre en busca de algo, siempre empezando algo nuevo.

Loa años no llegan solos. Vienen acompañados de un sinnúmero de experiencias, de alegrías, de encuentros y desencuentros, de sinsabores y de retos, de triunfos y de amores. Han pasado algunos años desde ese momento en que el mundo reconoció tu presencia. Tus años están llenos de todo.
Hoy te veo a mi lado, habiendo caminado juntos de la mano más de una década, con ese pequeño que es un poco como tu y un poco como yo, rodeado de niñas con coletas y moños, berrinches y lágrimas, bailes y canciones... ¡Tu vida acompañada de un universo tan femenino! Tal vez existe una conspiración, -de la cual yo soy un agente más- que desea que tu buen corazón sea tocado delicadamente por la caricia y protección femenina: por la imaginación, la creatividad, la dulzura y la belleza, el caos y la flexibilidad....

Has construido para nosotros un mundo sólido, lleno de valor y fuerza. Nos has enseñado del trabajo, de la disciplina, del amor en diferentes manifestaciones, de la escucha, del silencio y de la paz. Hoy llenas nuestra vida con tu presencia, con tu compañía. Estamos celebrando juntos una vez más el regalo de tu existencia  y los que te amamos agradecemos siempre que seas parte de esta conspiración, que el cielo quiso convidarte para caminar juntos hacia el Destino.

Gracias por regalarnos cada día un poco de lo que eres, con esa generosidad que te caracteriza, gracias también por los momentos en que nos invitas a reflexionar. Por tus silencios, por tus enojos, por las lecciones de vida, por el ejemplo que regalas a todos quienes te rodeamos. Por construir cada día un mundo mejor y por enseñarnos tu manera de hacerlo. Espero cada día de este caminar juntos corresponder al gran amor que recibimos de ti.