Tuesday, January 27, 2015

No quiero ir a la cama.



Llega la hora de dormir, uno anuncia que se ha terminado el tiempo de jugar y parece que enunciara uno "el final de los tiempos". Llanto y crujir de dientes, desesperación, lágrimas, suspiros. El final del día es siempre como el sprint* de un corredor. Tras un largo de día de arduo trabajo, donde uno va y viene desde tempranas horas, la hora del cierre del día es siempre la más difícil.

Uno quisiera que tuvieran un interruptor para apagarlos y ponerlos a descansar, principalmente a los más pequeños, los niños entre 2 y 5 años, aún no han aprendido a reconocer las señales de su cuerpo de cansancio. A veces pareciera que les entra una inyección de adrenalina extra y se ponen especialmente inquietos, llorones, peleoneros. No saben bien a bien que les pasa, ni que quieren, pero si tiene algo bien claro es que no desean por ningún motivo meterse a la cama o dormir.

Si a esto sumamos el cansancio del responsable en turno (mamá papá, abuelita, nana, o quien esté en ese momento) la cosa se pone aún más difícil. No he conocido hasta ahora una persona que no haya salido de sus cabales entre las 7 y las 8 de la noche.

¿Cómo hacemos para no cortar cabezas o estrangular pequeños cuellos?
Rutina es la respuesta.
Los niños, especialmente los pequeños, aman las rutinas. Les encanta que las cosas sucedan casi siempre de la misma manera. ¿Cómo construimos una rutina cuando el pequeño no deja de saltar sobre la cama o llora sin razón?

He aquí algunos tips:

1.  Mantén un nivel de actividad durante el día que le permita cansarse.  Un niño que ha pasado toda la tarde frente a la TV tiene energía de sobra al terminar el día. Aunque su ciclo de sueño y vigilancia le pida dormir, su cuerpo aún le pedirá moverse. ¿Recuerdas esa canción de Quiero dormir cansado?
El niño necesita desfogar su energía para poder descansar.

2. Cuida su alimentación. Aúcares refinadas, dulces, chocolate (aunque sea el del cereal) no es una buena idea antes de irse a la cama. Busca alimentos nutritivos, ligeros (pan integral tostado, alguna ensalada fresca de lechuga y pollo cocido, fruta, cereales integrales sin azúcares añadidos) que le brinden un descanso a su organismo, procura que la hora de la cena no sea lo último inmediato antes de irse a dormir. Dale tiempo a que haga un poco la digestión.

3. Tiempo para relajarse. No se puede pasar de la fiesta y el relajo de un juego muy activo, a la cama así como así. No organices una lucha de almohadas justo antes de acostarse o te costará el doble de trabajo lograr que se duerman pronto. Si se encuentra involucrado en un juego muy activo, anuncia con tiempo que es hora de descansar, dale tiempo para que termine su actividad, guarde sus juguetes, etc. Estos cierres de actividad le ayudan a mantener en orden su espacio y a identificar que de acerca la hora de descanso.

4. Provoca un ambiente de descanso. No se vale que al niño se le mande a la cama cuando hay una fiesta a todo volumen en la sala de estar. Apaga la TV, música estruendosa, luces que no se necesiten. Puedes poner un poco de música tranquila, de fondo, cantar algún arrullo...

5. Rituales de higiene y preparación para el día siguiente. Invítalo a que organice sus cosas, se lave los dientes, se ponga pijama, etc. Algunos padres prefieren el baño matutino, a mi me funciona como parte del relax un rico baño con agua caliente. En esta edad los niños adquieren los hábitos que le servirán para toda la vida. ¡Pipí, agua, agota todas las posibilidades de pretextos para levantarse!

6. Cuéntale un cuento, una canción. Haz de ese momento una experiencia agradable. Deja de lado las amenazas, los gritos, y verás que todo fluye con el paso del tiempo. A veces piden que se cuente una y otra vez la misma historia, aunque ya se la sepan de memoria. Puedes hacer también un recuento de las actividades del día, inventando una historia donde el protagonista sean ellos mismos. Las fábulas clásicas y los cuentos de siempre son también una buena herramienta. Si de plano no se te da eso de ser storyteller aqui hay una liga muy útil de cuentos en youtube. Aunque es mejor apagar cualquier gadget (tablet, smartphone, etc) porque eso les atrae mucho y seguramente saltarán de la cama para intervenir e interactuar con el aparato en cuestión.

No hay nada como un buen descanso a la hora de dormir. Relájate y disfruta el momento. El tiempo vuela y cuando te des cuenta ya no pedirán más que les arrulles o que les cuentes un cuento antes de ir a la cama. Nunca sabes cuando será el último, así que cuando te asalten esos sentimientos estrangulatorios piensa que quizá se la última vez que tu hijo desee que lo acuestes y le des un beso de buenas noches.


* Sprint: Aceleración repentina y poco duradera que hace un corredor para conseguir la máxima velocidad posible, generalmente al final de una carrera para imponerse a sus adversarios

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