No son propósitos nuevos, el año es nuevo pero los propósitos siguen siendo los mismos. ¿por qué? porque no cambiamos. porque somos los mismos de siempre. Porque la desidia y la falta de compromiso nos dejan al paso de los meses igual o peor que como empezamos.
¿Entonces es válido no hacer propósitos ya? ¿de todos modos ni los cumplimos!
Bueno eso sería muy desesperanzador. Es pensar que perdimos la fe incluso en nosotros mismos. Que nos dimos por vencidos incluso antes de haberlo intentado. Proponer no es prometer. Proponer es invitar. Es soñar. Es proyectar. Es verte de frente en un futuro mejor. Más grande, más hermoso. Si dejamos de lado esto, estamos perdidos. Lástima que tengan que pasar 365 días para darnos cuenta que estamos igual o peor que al principio del año. Quizá valdría la pena revisar cada tanto el avance, una especie de auto coaching donde se evalúe el desempeño del compromiso imaginado, escrito o simplemente deseado al inicio del año.
Un día a la vez... cada día una nueva oportunidad de levantarse si hemos caído de nuevo, en el cigarrito, en el exceso al comer, en la fodonguez o en la ausencia del gimnasio. No importa si te caes una y mil veces en el mismo agujero. Lo importante es no dejarlo de intentar. Saber de que estamos hechos es el reto de la vida. La búsqueda de un sentido cada día que abre uno los ojos. Cada día tiene su afán y cada día es una oportunidad de sumar o restar en el saldo de nuestra cuenta. Así, al final del año y con el pasar de éstos, nos podemos encontrar en banca rota o con una cuenta de ahorro bastante saludable.
Cada día cuenta. Cada acto de voluntad cuenta. Cada caída resta. hay que ir haciendo el balance en corto, para no dejarnos sorprender.
Es por eso que estoy de regreso, aqui intentando de nuevo escribir. A ver que sale. Un texto a la vez.
*despropósito s. m. Dicho o hecho sin sentido o que se realiza en un momento, lugar o situación inadecuados: cuando se enfada, solamente dice despropósitos.
¿Entonces es válido no hacer propósitos ya? ¿de todos modos ni los cumplimos!
Bueno eso sería muy desesperanzador. Es pensar que perdimos la fe incluso en nosotros mismos. Que nos dimos por vencidos incluso antes de haberlo intentado. Proponer no es prometer. Proponer es invitar. Es soñar. Es proyectar. Es verte de frente en un futuro mejor. Más grande, más hermoso. Si dejamos de lado esto, estamos perdidos. Lástima que tengan que pasar 365 días para darnos cuenta que estamos igual o peor que al principio del año. Quizá valdría la pena revisar cada tanto el avance, una especie de auto coaching donde se evalúe el desempeño del compromiso imaginado, escrito o simplemente deseado al inicio del año.
Un día a la vez... cada día una nueva oportunidad de levantarse si hemos caído de nuevo, en el cigarrito, en el exceso al comer, en la fodonguez o en la ausencia del gimnasio. No importa si te caes una y mil veces en el mismo agujero. Lo importante es no dejarlo de intentar. Saber de que estamos hechos es el reto de la vida. La búsqueda de un sentido cada día que abre uno los ojos. Cada día tiene su afán y cada día es una oportunidad de sumar o restar en el saldo de nuestra cuenta. Así, al final del año y con el pasar de éstos, nos podemos encontrar en banca rota o con una cuenta de ahorro bastante saludable.
Cada día cuenta. Cada acto de voluntad cuenta. Cada caída resta. hay que ir haciendo el balance en corto, para no dejarnos sorprender.
Es por eso que estoy de regreso, aqui intentando de nuevo escribir. A ver que sale. Un texto a la vez.
*despropósito s. m. Dicho o hecho sin sentido o que se realiza en un momento, lugar o situación inadecuados: cuando se enfada, solamente dice despropósitos.
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