exámenes finales

A cada "capillita le llega su fiestecita" dice un dicho popular.

No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza. Se llegó la hora de los exámenes finales.

Mucho se ha aprendido de esta etapa. Inició con un inocente "presente" el primer día de clases, donde las miradas de desconocidos se cruzaron por primera vez, para empezar a caminar juntos durante el ciclo que comenzaba.

Primero desconocidos, luego conocidos, más tarde y tras unas cuantas sonrisas de intercambio de ida y vuelta se convirtieron en amigos.  Muchas horas transcurrieron entre ellos. Tareas, regaños, travesuras. Unas cuantas veces a dividir la culpa, otras veces a multiplicar el trabajo y muchas muchas veces a sumar voluntades. Se construyó algo lindo. y como Jesús, fueron creciendo "en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres" (Lc 2 :52) 

Llega el día de las pruebas finales. Sabemos que aquí no termina el camino, y sin embargo, se siente como si fuera el final de todo. ¿Estaré listo para aprobar el curso? ¿y si me preguntan algo que no nos explicaron? 

El final del curso se acerca, los nervios nos corroen, los números se ven borrosos, la lengua se traba a ratos, los libros parecen no tener final... 

Solo a lo lejos casi a la vuelta de la esquina se respira el verano. Un remanso de paz después de la tormenta de emociones que se han vivido estas últimas semanas. y luego, un nuevo comienzo. de regreso a una realidad más hermosa y con un grado mayor de dificultad. "Nos estamos haciendo grandes" dice Tomás casi  a la fecha de cumplir diez años.

Es la vida un continuo ciclo, una espiral siempre ascendente que nos lleva cada vez un poco más hacia arriba. hacia donde pertenecemos.Y cuando volteamos hacia atrás parece que apenas eramos nosotros unos niños que sudábamos la gota gorda frente al examen de las tablas de multiplicar, el "speling bee", el primer beso, la entrega del anillo de compromiso  o los preparativos de la boda.

Es la vida un continuo desafío. Me encanta esa palabra y la recuerdo con gran ilusión pronunciada por el sacerdote durante la ceremonia de nuestra boda. Cada paso, cada prueba que se presenta sabemos que no estamos solos. 

"No temas, porque yo estoy contigo;

no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

Is 41:10

"No tengas miedo"  dije a mi hija antes de hacer su presentación final. La miraba temblar y con voz insegura comenzó su exposición. Y me vi a mi misma temblando ante los cambios que se vienen, un cambio de casa, el verano y los niños 24/7... y tantas cosas que son mis pequeñas y grandes pruebas y aunque me sienta sola, se que no lo estoy. Camino de la mano con quien ganó la más grande de las batallas. si Dios conmigo ¿quién contra mi?

dedicado con cariño a Juan y Patty, que este próximo sábado presentan una prueba muy importante en sus vidas.