Thursday, February 28, 2013

Queridos amigos...


Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra
BXVI
Vigilia de oración con los jóvenes, Madrid 20 agosto 2011

¿Quién se refiere a la juventud con tanto cariño llamándolos "queridos amigos"? 

Un hombre que llegó a la Sede de Pedro, con el corazón lleno de juventud, pero un cuerpo cansado. Su mensaje de humildad y sincero arrepentimiento frente a errores cometidos tiempo atrás llegó hasta donde estaban los corazones más reacios a su mensaje. 

Nos enseña, en el último día al frente de la Iglesia que somos una comunidad de humanos, no de dioses ni seres omnipotentes, omnipresentes... aunque la tecnología y los avances de la ciencia y la salud quieran hacernos pensar lo contrario. Nuestra finitud, nuestros límites, nuestra naturaleza de seres humanos son también parte del cuerpo místico, donde siempre Cristo es la cabeza, no Pedro, no Juan Pablo II, no Benedicto XVI. 
Ya lo dice el Salmo 23:

El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace reposar,
me conduce junto a fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el camino justo,
haciendo honor a su Nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso,
ningún mal temeré,
porque Tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
Me preparas un banquete
en frente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi copa rebosa.
Tu amor y tu bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

En el mensaje que dió a los seminaristas en la jornada de Madrid en agosto de 2011 sus palabras  anunciaban quizá la misión que vino a cumplir al frente del papado.  "aprended de Aquel que se definió a sí mismo como manso y humilde de corazón, despojándoos para ello de todo deseo mundano, de manera que no os busquéis a vosotros mismos, sino que con vuestro comportamiento edifiquéis a vuestros hermanos"

Hoy se aleja humildemente del trono de la tierra, recordándonos que el "siempre" es un "para siempre" al servicio de la iglesia y recordándolos que la cruz no se abandona, sino que se abraza de un modo diferente. 
"Ya no llevo la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, sino que en el servicio de la oración quedo, por así decirlo, en el recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, será un gran ejemplo de esto (...) agradezco a todos y a cada uno también por el respeto y la comprensión con la que han acogido esta decisión tan importante. Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con aquella dedicación al Señor y a su Esposa que he buscado vivir hasta ahora cada día y que quiero vivir siempre".
Gracias Su Santidad por acompañarnos en estos años al frente de la Iglesia. por recordarnos que todos somos miembros de este cuerpo místico de Cristo, y gracias por aceptar y llevar a cabo la misión tan importante de estar al frente en tiempos tan difíciles.  «Señor, ¿qué es lo que me pides? Es un gran peso el que me pones sobre los hombros, pero si tú me lo pides, sobre tu palabra echaré las redes, seguro de que me guiarás»... y así lo hizo. Hoy la barca requiere de pescadores comprometidos. cada uno de nosotros, en nuestro ámbito, a echar las redes, en nombre del Señor.

 "Por Cristo sabemos que no somos caminantes hacia el abismo, hacia el silencio de la nada o de la muerte, sino viajeros hacia una tierra de promisión, hacia Él que es nuestra meta y también nuestro principio".
BXVI Madrid 2011





2 comments:

paloma said...

¡Ya escribiste Anita, no sé cómo lo haces con 5 hijos! ¡Supermamá!
Te quiero

paloma said...

¡Ya escribiste de nuevo Supermamá!
Te quiero!!