Novela por entregas capítulo VIII
Tarde de perros
No pasó desapercibido para la madre de Mini el extraño engrapado en la solapa. Sin más, lo desprende de un tirón.
- ¿segundo citatorio? Mini, ¡acaba de iniciar el ciclo escolar! ¿qué no puedes permanecer sin meterte en problemas? ¿y ahora qué fue lo que pasó?
Miní intentó explicar lo que había sucedido, pero mamá no la escuchaba, iba atenta en el tráfico, lo notó porque enmedio del relato dijo algo así como: "cuando me arrebataron el libro, se me salió un ojo de su órbita y rodó por el piso, fuen entonces cuando la prefecta llegó y le dió tanto asco..." y no notó que a su madre nada le pareciera extraño o peculiar dentro del relato, más recuperó la atención en cuanto escuchó algo acerca de la prefecta.
- ¿que la prefecta qué? ésa mujer, creo que tiene algo contra tí. No sé por qué me da la impresión de que esa mujer... bueno pero no estamos hablando de ella Mini, no me cambies el tema, independientemente de cómo sea esa maestra, estas en graves problemas. ¿Recuerdas lo que papá y yo hablamos la última vez que hubo cita en la escuela?
- mh - huh.- dijo Mini con los labios apretados, anticipando lo que ya veía venir...
- El último desatre en el que te involucraste, no recuerdo si fue el de las palomitas de maíz en la lámpara del auditorio, o el del gas pimienta en el salón, papá y yo decidimos que no cargaremos con la responsabilidad que te toca. Ya estamos cansados de presentarnos en el colegio a que nos regañen, que nos cuestionen por ser malos padres y preguntar no se cuántas cosas sobre nuestra vida personal, que si peleamos frente a ustedes, que si tuviste problemas al nacer... ¡que se yo! cómo les explico que no hay razón alguna más que la de "a la señorita Minimusa le gusta divertirse". ¿o me equivoco? la última entrevista nos mandaron a consultar a un especialista. Estudios, encefalograma, pruebas... ¿y todo para qué? para que nos dijera que tenemos una hija completamente normal, que es propio de la edad los comportamientos erraticos, que a los adolescentes hay que tenerles paciencia...
La luz del semáforo estaba en rojo. Mamá no la vió. rechinidos de llantas, y un golpe seco.
- ¡Lo que me faltaba!- grita mamá mientras se orilla despacio para evaluar los daños. El conductor del otro coche gríta no se cuantas cosas horribles acerca de mamá. Lino no deja de llorar, está asustado porque no tenía abrochado el cinturón y en el impacto chocó contra el asiento delantero. nada de que preocuparse. Todos bien, asustados, enojados y un poco sacudidos.
Antes de bajarse del auto mamá respira hondo, muy hondo unas tres veces, luego otras dos, de mira al espejo, se acomoda el cabello y voltea hacia la parte trasera del interior del coche.
- ¿Todo está bien?¿Lino, te lastimaste?
- me pegué en la cabeza.
- yo también estoy viva, mamá, aunque no me lo preguntes... -dice Minimusa, tras tragar saliva amarga de ésa que sabe a adrenalina.
- no se muevan, no peleen, vamos a arreglar esto pronto. Y tú, -dice señalando a Mini- tu estas en serios problemas...- mamá azota la puerta al bajarse. Lino se recuesta en el sillón y cierra los ojos, mientras se soba la cabeza. -me va a salir un chichón. dice mientras busca un lugar mullido donde acomodarse.
Por menso- dice Mini mientras estira sobre su pecho el cinturón en señal de lo que pudo haber evitado el golpe. Lino ya no la ve. Mini escapa con la mirada por la ventana, frente a ella está su madre, que discute con el extraño del automóvil gris.
Mini miraba pòr la ventana, lejos, como con la mirda perdida. Escuchaba a lo lejos como se arreglaban los involucrados en el choque, el zumbido sordo del contínuo transitar de los coches, los claxonazos, el pregón del muchahcho de los chicles... No quería pensar en nada, en nada que le recordara la escuela, ni el citatorio, ni el choque, ni el enojo de su mamá... buscó su mochila para sacar un libro.
Pegado con cinta adhesiva, escrito con plumón de punto fino, y una letra no muy armónica, un letrerito:
"no se te olvide que te quiero mucho".
Minimusa sonrió, regresó de su evasión mental y desprendió en papelito. ¿de quén es esa letra? ¿quién escribe con plumón de punto fino?... pero luego, de un instante a otro arrugó el papel y lo hizo pedazos. -No me interesa, no me interesa saber quién es el bromista de los papelitos.- decía mientras hacía cachitos y más cachitos el papel - tengo problemas más serios que andar jugando al amiguito secreto.
- ¡bling! sonó su celular. Había llegado un nuevo mensaje.
"amiga, ánimo, verás k todo se va a arreglar. c que es tonto preguntarte pero k plan para el viernes? t nemos k platicar, urge. Márcame. XOXO. Dany."
En el menú del teléfono aparece el letrero "¿desea eliminar este mensaje?". Minimusa presiona aceptar y el mensaje desaparece de su bandeja de entrada.
- ¿qué tiene ésta en la cabeza? no se por qué soy su amiga... Mini apaga su teléfono y regresa a su contemplación de la nada por la ventana.
Unos golpes sobre el cristal la regresan a tierra. -Bájate de coche y despierta a Lino. Se van en taxi, papá los espera en la oficina. Yo me quedo aqui arreglando éste asunto. - dice mamá mientras extiende el brazo y le da un par de billetes. -Para que paguen el taxi y coman algo.
Luego del jaloneo con Lino quien ya dormitaba, el corresponidente berinche, la parada al taxi y las indicaciones últimas de mamá, otra vez se encontró Mini mirando por la ventana, con la mirada fija en su madre, quien poco a poco se fue haciendo pequeña, muy pequeñita hasta desaparecer en el paisaje urbano.
No comments:
Post a Comment