Wednesday, October 13, 2010

Una musa en uniforme.


Novela por entregas, capítulo V

Problemas en el pasillo.
 
Trancurrieron las horas de clase, una tras otra. Minimusa echaba un vistazo a su lapicera, donde había guardado la nota. De vez en vez echaba una mirada al rededor suyo a ver si había alguien que la mirara de forma sospechosa, pero nada. El autor de la nota sabía como evitar ser notado.
 
Llegó el recreo y todos abandanaron el aula. El bullicio del descanso empezaba con el toque de salida y no terminaba sino hasta el segundo toque de la chicharra. Unos jugaban fut, otros bolibol, otros simplemente deambulaban por ahi, buscando un lugar sombreado para disfrutar de su almuerzo.
 
Mini hacía un poco de todo. No era una entusiasta del deporte pero en ocasiones se animaba a formar parte de los equipos que durante el descanso practicaban. Algunas veces visitaba la biblioteca para echar un vistazo a las novedades y para platicar con la bibliotecaria, que, según Mini, era la mujer más interesante de la escuela. 
 
A Miní le encantaba hacerle preguntas, preguntas como del tipo "dilemas" -como le llamaba ella. Preguntas que según ella eran polémicas y debatibles, como ¿por qué si Dios es muy bueno hay mal en el mundo? y otras más bien de índole científica ¿por qué la mezcla de todos los colores dicen que da blanco, y si yo mezclo todas las acuarelas se hacen más bien negras?
 
Minimusa tomaba notas mentales de las palabras de la mujer.  Le tenía mucha paciencia y trataba en el breve espacio del descanso y con palabras sencillas explicarle su manera de ver el mundo, pero sobre todo la invitaba a pensar. Al final, y sin darse cuenta, Miní se iba con una respuesta, y a la vez con más preguntas de las que había entrado. Lo que más le gustaba era que la charla siempre terminaba con la recomendación de un libro relacionado con su pregunta. -¡Esa mujer debe haber leído todos los libros del mundo! decía Mini cada vez que abandonaba la sala de lectura.
 
En esta ocasión, Mini no iba a preguntar nada, caminaba con paso un poco acelerado a devolver uno de los préstamos. Un malintencionado pie cortó su caminata al salir intempestivamente en su camino. Allá fue a dar Mini, libro, sanwich y toda ella ayeron contra el piso. Sonoras carcajadas coronaron la escena.
 
- No sabía que las palmeras  caminaban...
Se escuchó un corito de risas burlonas.
- A donde ibas ¿al baño a peinarte? yo también correría si fuera tu, que oso
Mini se sobó un poco la rodilla que había chocado contra el piso y se levantó tras recojer  lo que traía en la manos.
 
Sandra y compañía. Siempre metiéndose en la vida de los demás. Era de todos conocido su continuo intervenir y criticar todo, desde los conserjes hasta los profesores y padres de familia pasaban por las viperinas lenguas de este desagradable grupo. Odiadas por unos, temidas por otros y al mismo tiempo la permanente añoranza de pertenencia a su restringido club, hacían que el ambiente escolar, en ocasiones se enrareciera y se hiciera denso y pesado.
 
En general, Minimusa evitaba a toda costa el roce con este grupito. Pero no podía evitar ser blanco de sus burlas y escarnios por cualquier motivo, y aunque no era uno de los blancos favoritos de las "sangras" como ella las llamaba, no podía evita de vez en vez caer en sus redes.
 
- ¿qué llevas ahi? dijo mirando el libro.
- un libro, ¿los conoces no?  L-I-B-R-O - dijo Mini pasándolo frente a ellas con la contraportada del libro hacia ellas.
- ¡Ovio es un libro! Dijo Sandra al sentirse humillada por la ironía del comentario.- Quiero decir, que libro...
- ¡ah! contestó Mini, not your bussiness, contestó Mini dándole la espalda a Sandra e intentando huir de la situación.
- Mira gatita, conmigo no te vas a hacer la chistosa... o me dices de que es tu librito, o entregas papel picado a la biblioteca ¿cómo ves?
 
Dos de las sangras le cerraron el paso amenazadoramente. Miní apretó con fuerza el libro contra su cuerpo.
-¿Quieres ver el libro? pídelo a la biblioteca. Voy a entregarlo.
-¡ibas! dijo una de las chicas mientras le jaloneaba el libro de entre las manos.
Miní lo apretaba con fuerza, y el jaloneo siguió, dos chicas más se unieron al forcejeo. En eso estaban, cuando los pasos de la prefecta cruzaron el pasillo.  Entre el barullo de la bronca no se percataron de su presencia sino hasta que estaba justo encima de ellas
 
- ¿qué sucede aquí? Las chicas se separaron lentamente. Dejando ver a Mini aferrada a su libro.
- ¡Minimusa!, ¿por qué siempre que hay problemas tienes que estar involucrada de alguna forma?
- ellas empezaron- dijo Mini tratando de defenderse.
- Tomó mi libro - djo Sandra- me pidió verlo, y cuando estaba por dárselo me lo arrebató de las manos, luego ya no quiso soltarlo, me apura porque es un préstamo de la biblioteca y...
 
La prefecta extendió la mano esperando que Mini le entregara el libro. Mini sabía que era una total mentira lo que Sandra había dicho, totalmente injusto, pero no le quedó más remedio que entregar el libro a la prefecta. De todos modos estaba la tarjeta de préstamo dentro, donde el nombre de Sandra no figuraba en modo alguno. Estaba a punto de decirle a la prefecta que revisara los datos del préstamo, pero la voz de la mujer la interrumpió:

- Minimusa, al terminar el descanso te espero en mi oficina. Y ustedes, no  quiero volver a saber que se involucran en un zafarrancho de éstos. Esto es un colegio, no un cárcel.
 
Sandra sonrió e hizo un saludo militar mientras la prefecta no la miraba.
- Entrega éso. Y no te metas en problemas. 
La esperanza de Mini se esfumó al ver que la maestra daba a Sandra el libro en las manos. Ahora ya no tenía ninguna evidencia para su defensa.
 
Sandra miró triunfalmente a Mini mientras  tomaba el libro y leía en silencio el título "Not you bussiness, a key to live a let live".
- ¡idiota! le susurró Sandra solo con el movimiento de su labios a Mini.
Mini levantó los hombros en señal de que le importaba muy poco lo que pensaba.
- Leelo, está bueno.-Le contestó de la misma manera, con el puro moviento de los labios.- Si puedes... dijo levando una ceja burlonamente, mientras se alejaba acompañada de la prefecta 
 
 
 
 
 
 
 

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