Monday, August 23, 2010

Primer día de clases.




Dedicado a todos los que empiezan una nueva etapa, especialmente a los niños que hoy regresan a la escuela; a mis lectores, que se toman en tiempo de leer cuanta palabrería aparece en este blog, y a quienes por casualidad dieron con este texto. Ojalá les guste. Se aceptan comentarios, críticas y propuestas de publicación...


¿Qué hace mamá cuando me voy a la escuela?

Cuento 
por Ana Garnier

Por la mañana, todos los días, me levanto, me estiro, desayuno me lavo los dientes y mamá me lleva a la escuela.

¿Qué hace mamá cuando me voy a la escuela?

Seguro va al circo. A mamá le gustan las marometas y brincos de los payasos. Se asusta cuando sale el domador de los leones. Compra un bote grande de palomitas y se lo termina ella sola. Aplaude muy fuerte cuando aparecen los malabaristas. El mago la elige para hacer el truco de la desaparición. Mamá desaparece bajo una tela con estrellas brillantes.

No, si mamá desaparece, no podría recogerme a la hora de la salida del colegio. Seguro no va al circo. Va a la playa.


Mamá se pone su traje de baño de puntitos, lleva unas chanclas rosas y una toalla grande. Saca la enorme pelota color azul, la que me dice que sirve para hacer ejercicio. Juega con ella en las orilla.  En la arena, construye un castillo pero las olas poco a poco lo van deshaciendo. Corre por la arena con un perro. Luego, cansada de tanto jugar, se tiende al sol y se quema.

No, mamá no llega a la escuela colorada de la cara por la tarde. Quizá va al parque.

En los columpios, mamá se mece con fuerza. Sus piernas como son más largas que las mías, tocan el cielo. Luego se tira por la resbaladilla. Se encuentra con otras mamás que también han dejado a sus hijos en la escuela y corre con ellas y se trepa al sube y baja. Mamá está tan contenta que se cuelga del pasamanos una y otra vez, pero se tropieza y rompe el pantalón en la rodilla.

No, mamá no tiene las rodillas de sus pantalones rotas como las mías. Seguro que no va al parque. Cuando uno va al parque la ropa se ensucia y se rompe. Mamá nunca tiene la ropa rota ni sucia.


Ya se, mamá visita el zoológico. Se compra un gran cono de helado mientras pasea por las jaulas de los monos. Los leones y los tigres, los elefantes y las jirafas la saludan. Le preguntan -¿dónde están tus hijos? Mamá se ríe. Les dice que nos ha dejado en la escuela.

Los animales se ponen tristes. Les gusta que los visiten los niños.

Creo que mamá no va al zoológico, ella sabe muy bien que a los animales les gustan más los niños que las mamás. Tal vez mamá va a casa de los abuelos.

En casa de los abuelos, pasa toda la mañana. La abuela está en casa haciendo galletas. Mamá come muchas galletas recién hechas. Ella, como es más alta que yo, alcanza el frasco de los dulces que guarda la abuela en la alacena y se los come todos. Luego le duele la panza. La abuela le prepara un té de manzanilla con cuatro  o cinco cucharadas de miel de abeja. La abuela la recuesta sobre su falda y le hace caricias en la cabeza hasta que se queda dormida.
Cuando se despierta su cabello está todo revuelto.

No, no recuerdo que mamá llegue despeinada por la tarde cuando viene por mí al colegio. Mamá no va con los abuelos.


No sé dónde vaya mamá durante la mañana. Antes pensaba que ella esperaba ahí, afuera de las puertas de la escuela. Se despedía de mí con un beso y esperaba hasta la hora de la salida. Mientras, escuchaba todo lo que pasaba en la escuela con la oreja pegada, y se asomaba por las rendijas de la puerta para verme jugar en el recreo. Pero eso es muy aburrido. Mamá no puede pasarse toda la mañana ahí, espiándome, además, a veces llueve, y no salimos a jugar al patio. Ella es muy divertida, ¿quedarse sin hacer nada  mientras yo trabajo duro en la escuela, haciendo planas, coloreados, recortados, dibujos? No lo creo.

Seguro,  mi mamá se la pasa muy bien durante la mañana. Siempre me recoge en la puerta de la escuela con una sonrisa, como si viniera del circo, de la playa, del zoológico o de casa de la abuela.

Esta tarde, veo a lo lejos a mamá que vino a recogerme. Tiene la cara roja, el cabello despeinado, un poco de migajas de galleta en los cachetes, palomitas en la ropa, un poco de arena sobre su suéter y la rodilla de su pantalón rota. Subo a la parte trasera del coche y veo la enorme pelota azul en la cajuela.

Mamá ¿Que haces mientras yo estoy en la escuela?

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