Para Tere. Tomás, Catalina y los demás.
- ¡Manuel! ¡Manuel! -Tomás toca desesperadamente el negro portón metálico.
- ¡No puedes salir hasta que acabes la tarea! grita la madre, pero Manuel ya no la escucha.
- Manuel, tienes que ver esto. escuchaste lo de anoche?
- No, ¿Que pasó?
- ¿Qué no se oyó acá en tu casa?... si la mía casi se cae de los tronidos...
- No, acá no se escuchó nada.
-¿te acuerdas que te dije que vieras el cielo el jueves?
-no
- ¿no lo viste? bueno, yo tampoco, bueno, primero pero escuche clarititito lo que estaba pasando. y luego luego me asomé y nomás alcancé a ver la parte más chida; cuando un montón de luces salieron, chispas, luces tronidos, parecían como cuetes... te dije Manuel, te dije...
-No se de que hablas Tomás, pareces loco
- anoche, cayo una nave.
- ay no ma... Tomás, ya deja de estar viendo tanta tele...
- Shhh cállate, si es verdad, ¡ahora si no me lo imaginé! Anoche, claritito escuché que en la mera esquina, fssshhhhh ¡zas! ¡que ateriza una nave!
- ya Tomás, ya estuvo bueno de que me andes choreando con tus cuentos de naves nodrizas y ovnis y seres que nos atacan... tas bien marciano tu, me cae...
- hasta se fue la luz después del choque... ah, ¿no me crees? te voy a enseñar donde fue...
- ¿no íbamos al fucho?
Tomás no escucha, cambia de dirección y acelera el paso. Al girar en la esquina, regresa al lado de Manuel, quien se habia quedado unos pasos atrás..
- Tomás, se nos va a hacer tarde y nos va a tocar correr más vueltas...
- ¡Shhhh! cállate, ya se nos adelantaron...
-¿quienes?
- pus los de la NASA, o los de la agencia espacial Mexicana...
-¿uh? ahora si ya se te botó gacho carnal... ya me voy...
- oh, pérate, vamos a ver que hacen...
Se acercan ambos niños a la esquina, la cara de Manuel cambia su expresión, se desencaja, se sorprende...
- que es eso Tomás...
- Te dije Manuel , te dije que viniéramos pronto, no dejes que te vean...
Los niños se esconden detrás de unos arbustos.
- ¿quienes son esos tipos?
- No se, ya viste su nave?
- cual nave?
- esa, la blanca...
- eso es un camión menso, ah no, pérate, si está diferente... ¿qué está haciendo?
- Creo que está tratando de abrir la nave para ver como está por adentro...
-y cómo sabes que es una nave, a lo mejor era un meteoro o una estrella que se cayó del cielo.
Además, no veo ninguna na... ah tu dices el tipo de arriba, ¿el del traje con la máscara?
- se llaman astronautas inculto... es uno de los nuestros... creo, a menos que... naaaa, no creo..
- ¿que hace? ay no ma... se está quemando...
Sin percibirlo, se acerca detrás de ellos un hombre alto, de cabello cano. Y sin dudarlo, da una fuerte palmada sobre las cabezas de los niños escondidos:
- ¡Qué andan haciendo!
Los chicos gritan y brincan de la sorpresa.
- ¡Abuelo! casi nos matas del susto... Dice Tomás recuperado el aliento...
- pues que andan haciendo... no se apuren niños, ya mero vuelve la luz, para que se regresen a ver la tele, ya nomás que arreglen el transformador éstos tipos de la compañía... Nomás no les estorben demasiado...
Cuento inspirado en:
Poema del hombre que suelda los rieles del ferrocarril
de Germán Silva Valdés.
de Germán Silva Valdés.
¡Qué lindo!
¡Vengan a ver qué lindo!
En medio de la calle se ha caído una estrella
Y un hombre enmascarado,
or ver qué tiene adentro
Se está quemando en ella.
Hay un montón de gente
Con la vista en el suelo,
Desde donde se eleva
Una gran luz azul,
Que se apaga y se enciende
En un relampagueo,
Tal como si la estrella
Se estuviese muriendo.
¡Vengan a ver qué lindo!
En medio de la calleha caído una estrella
Y la gente asombrada
Ha formado una rueda
Para verla morir
Entre sus deslumbrantes
Boqueadas celestes.
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