Creciendo juntos.

Aprendió a caminar, y ahora que apenas domina sus pasos, ya está intentando correr, y treparse. Le encanta subir a la sillas, y de la silla a la mesa, y de la mesa a lo que se encuentre sobre ella. Asi domina su panorama. No le importa su estatura, ni lo torpe que aún son sus movimientos. Se abre paso entre los hermanos mayores; se hace su lugar. También ha empezado a hacer oir su voz.

Antes muy silenciosa, -que no discreta- se daba a entender perfectamente con señas, gestos, movimientos enfáticos de cabeza, sonrisas. Ahora conoce el poder de sus palabras. Y empieza a levantarla, ¡igual que sus manos! ha descubierto sus defensas y su capacidad de hacerse notar.

Ahora empeiza a ser divertida. ya no es sólo un bodoque de carne y huesos que llora y roba la atención de mamá. Ya es cómplice en travesuras y el perfecto chivo expiatorio de las averías en grupo. -¿quién embarró de pasta de dientes el tapete de baño?- Caty. ¿Quién echó juguetes al escusado? - Caty. ¿quién tiró el cereal en la alfombra de la sala? ¿quién dejó  descolgado el teléfono? ... y así podemos seguir la lista.

Ser el tercero en la fila no es fácil, lo digo por experiencia. Tiene uno que hacerse respetar, sobre todo cuando hay un par de bribones que han hecho y deshecho de todo. La miro con su pequeña estatura, apenas rebasando el medio metro, pero caminando con aplomo, sabiendo que la miramos. Acelera su paso y se tropieza. En otro tiempo hubiera yo corrido asustada a ver que había sucedido con "el bebé", pero la experiencia ya me ha enseñado algo. Yo también he crecido como mamá. Espero. Solita se levanta y sigue su camino, sin hacer o decir nada. Es una guerrera. Está creciendo, estamos aprendiendo juntos un poco sobre la vida.

Asi me imagino que soy yo también, ahi voy, por la vida, haciendo mis "pininos", intentando correr cuando apenas camino.  Se que mi Padre me mira desde allá, me imagino que con una sonrisilla de ternura, y me mira caer y luego levantarme, una y otra vez. A veces me levanta y me abraza, a veces solo me escucha llorar a lo lejos, cuando hago mis berrinches...