Una nueva raza superior se esta gestando entre los individuos de raza humana. Ni Jaime Maussan, ni los expertos en el fenomeno ovni, ni los sociólogos más reconocidos han logrado definir a esta nueva especie.
Al rededor de la década de lo sesenta, la humanidad, o más bien dicho, la juventud, experimentó cambios radicales es su forma de pensar, actuar y comportarse. Una generación contestataria, retadora, heredera de muchos prejuicios, rompe paradigmas y se decide a transformar al mundo a su manera, Aunque siempre han estado presentes en nuestro planeta y sus alrdedores, es durante esta revolucionaria época donde aparecen algunos de los primeros registros de esta nueva raza de hombres y mujeres. La gente verde.
La gente verde, no es en realidad de ese color. El tono de su piel y cabello abarca todas las razas, los colores y las nacionalidades. Son individuos comunes y corrientes, no son identificables a simple vista. A medida que uno los observa con detenimiento se percata de la diferecia con los demás seres humanos. Se ha dicho que son seres superiores, más evolucionados. Algunos son profesionistas, pero no todos, otros son gente sencilla, que vive en el campo o en la ciudad. Lo que distingue a esta "nueva raza" es su actitud frente a la vida.
La gente verde ama la vida en todas sus formas. Su inteligencia superior les ha hecho descubrir las maravillas del planeta tierra, así como el daño que ocasiona el abuso de sus recursos. Son gente consciente, educada, pero sobre todo son gente de paz. Aunque sus ideas son revolucionarias, saben que la mejor vía para solucionar los problemas y proponer soluciones es el diálogo. Para nuestra desgracia, esta nueva raza está aún en vías de expansión. Muchos intereses políticos y económicos han frenado el desarrollo de la raza verde.
Hay algunos, que, usurpando la identidad de los verdes, han enarbolado los valores de la esta raza para ganar adeptos en la política, justificar sus acciones bélicas u ocultar sus malas intenciones, ¡Hasta campañas para vender productos o servicios! pero la cosmovisión de estos seres tiene ambiciones mucho más integrales y superiores que el poder o el dinero.
Para fortuna mía, conosco a uno o dos individuos de esta especie. El intercambio de ideas y la convivencia me ha convencido de que es posible evolucionar como raza, hasta llegar a alcanzar su nivel de desarrollo, pero se requiere de mucho trabajo, esfuerzo, pero sobre todo educación. A través de ello, cualquiera de nosotros, simples seres humanos, podemos también ser gente verde. es cuestión de voluntad. De ganas de querer amar la vida, la naturaleza, la paz...
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