Moros en la costa
No, no hay moros en la costa. Ah bueno entonces dale. ¿que onda con nuestro vocabulario? esas expresiones de: "shhh, espérate, porque hay pájaros en el alambre" o "aquí las paredes oyen..." Para mí que este arroz ya se coció, y no es que yo diga una cosa o la otra, sino todo lo contrario, pero de que quedó claro, quedó claro, ¡como el agua! Porque se sabe bien que no hay mal que por bien no venga y no hay que hacerse ojo de hormiga con los demás; ya dice el dicho, y dice bien: qué tanto es tantíto, ¿a poco no? Y como nunca se dice nunca, pues hay que hacerse de la vista gorda cuando uno presencia lo que se dice una pereja dispareja. Nunca falta un roto para un descocido y como al mal paso hay que darle prisa... Matrimonio y mortaja del cielo baja y como todo lo que sube baja, pues no hay vuelta de hoja y que con su pan se lo coman.
Mas sabe el diablo por viejo que por diablo, pero como hay quienes se gastan la pólvora en infiernitos, no hay como que cada oveja con su pareja y o todos coludos o todos rabones. Si no ¿por qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? Por eso, usté no pite hasta que choque. No vaya a ser el diablo...
Y habeindo dado todo por sentado, quedo de ustedes para que diviertan otro ratito con una de estas locuras de invierno.
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