Primeras letras y cuentos para dormir princesas

Anoche por vez primera me pidió leer un cuento.
Tiene cinco años, y aunque me parece y siempre me lo ha parecido -no por ser mi hija, o bueno tal vez si- bastante avispada en el uso y manejo del lenguaje, tiene apenas un par de meses que comenzó a conocer las letras y sílabas. Día a día trae a casa algunos ejercicios de "lectura" donde revisa letras y algunas palabras sencillas

Anoche fue distinto, tras hacer el ejercicio correspondiente del día, (repasamos las salabas ja, je, ji etc.) la hermana un poco mayor que ahora cuenta con 8 años recién cumplidos, nos leyó un par de cuentos breves contenidos en un lindo libro muy bonito que encontramos en una librería de segunda mano CUENTOS PARA DORMIR A UNA PRINCESA.

he de confesar que para las 8 de la noche mi humor no estaba como para además de hacer ejercicios de silabeo, rezar, escuchar dos cuentos, contar otro mas que habla elegido la mas pequeña de las 3 chiquillas del dormitorio, etc, -ritual cotidiano nocturno- pocas ganas tenia de seguir ahí complaciendo a los deseos de aquellas que lo último que querían era estar en cama, mientras que yo solo deseaba desaparecer de su vista para irme a meter en la mía propia, ya que el frío lo ameritaba...

-¿Puedo leer un cuento yo contigo?

Preguntó Clara tomando el libro que yo tenia ya en las manos listo para guardar. Dudé por unos segundos. Mi cama me llamaba, habìa logrado meter a dos ya en la cama, solo faltaba una. Lo que deseaba con todo mi corazón era apagar la luz y salir corriendo a refugiarme en mi cálida cobija y dormirme.... pero ese brillo en sus ojos me convenció.

Bien- dije- pero solo uno y a dormir.

y entonces comenzamos.

LAS HOJAS DE OTROS LIBROS

Las hojas de los libros
de la tortuga,
son de lechuga.


Las hojas de los libros
de la cigarra,
hojas de parra.

Las hojas de los libros
del caracol,
hojas de col.

Del calamar,
algas de mar.

Del ermitaño,
de castaño.

De la lombriz,
de regaliz.

ANTONIO RUBIO
Versos Vegetales, Anaya*



Honestamente pensé que seria una pérdida de tiempo el intentar dejarle si-la-be-ar  algunas palabras, pero para mi sorpresa leía. Lento, silabeando, pero entendiendo perfectamente lo que aparecía en el texto.   " ¿que es parra mamá? " preguntó al llegar a la palabra. "Así se llama la planta donde crecen la uvas"...

 Aparecían ante sus ojos las letras y aunque algunas aún le eran desconocidas, no dudaba en preguntarme " ¿y ésta?"  las sílabas que se convertían en palabras y los versitos tenían sentido para ella. Entonces entendí todo. No se trata de apurar las letras a entrar en la cabeza. No se trata de machacar ejercicios y rellenar libros. Se trata de despertar el goce de IMAGINAR: I

Interpretar lo que alguien un día plasmó con símbolos de un lenguaje que hoy se  logra descifrar, de conocer ese universo que el autor imaginó y ahora comparte para nosotros: libros hechos con hojas de col, con algas marinas, con hojas de parra... para sorpresa suya y mía.

-Otro, otro porfa, el último- decía la vocecita emocionada.
- mañana-, respondí mientras la arropaba y besaba su frente, llevándome a la cama una sonrisa de orgullo, sorpresa y admiración, Bienvenida al universo de las letras, tienes la llave de un mundo interminable pequeña Almendrita.


*Lecturas para dormir a una princesa
Begoña Oro Pradera
Ediciones SM 2004
Página 48