Salí antes a comprar
corriendo al super mercado
con la lista del mandado
preocupada en comparar
los precios de los productos
pensaba que era mejor
ver y comprar lo procesado.
Corría todos los pasillos
miraba las etiquetas
empujado un carro grande
para que todo cupiera
cajas de cajas de leche
y paquetes de galletas
envueltas en celofán
creyendo que estaban frescas.
"Naturalmente delicioso"
"fresco del mar a su mesa"
-la fecha impresa al costado
indicaba cosa opuesta-
"alimento balanceado"
con vitaminas, fortificado
y además ¡está de oferta!
Un día publicaron noticias:
"separar basura en casas"
obligatorio sería
y ahí fue donde pude ver
lo que yo nunca veía.
los desechos de mi casa
me dejaron sorprendida
Un contenedor pequeño
con cáscaras de la fruta
un enrome bote grande
relleno de envolturas
la bolsa del pan de caja,
las latas de las verduras,
las charolas de la carne...
¡tanta cosa, tanta basura!
Debo hacer algunos cambios
me dije mientras tomaba
de entre mis desperdicios
lo que podría reciclarse
vidrio, papel y cartón
plásticos PET, y aluminio
¡y aún era de ignominio!
Poco a poco he ido cambiando
mis hábitos de consumo
cada que compro algo pienso
el destino del producto
aprendí que todo empaque
tiene un destino profuso
que no todo es reciclable
y no siempre es posible el reuso.
Separando la basura
he podido comprender
que no es tan fácil deshacerse
de los desechos de uno
no existe un lugar alejado
y lo que se ha descartado
no va a desaparecer
del planeta fácilmente.
Frutas, verduras y granos
tienen su propia envoltura
ya no compro procesados
me preocupa la basura
llevo mi propia canasta
y consumo a granel
reutilizo bolsas de casa
no se que más puedo hacer
El destino del planeta
hoy está en nuestras manos
siempre en cada decisión
que de consumo tomamos
las nuevas generaciones
merecen un lugar mejor
el agua, el bosque, los campos
y por eso hay que cuidarlos.
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