Primero de primaria. El bicho raro que viene de otra escuela, sin amigas, en una escuela enorme dejando atrás el cálido y tranquilo sitio que había sido cómodo durante los cuatro primeros años de vida escolar.
7 años, escuela de puras niñas, y la vida me da mis primeras lecciones de sociabilidad fuera de casa. Hasta es momento mis hermanos eran mis compañeros de juegos, quisiéranlo o no. Las actividades en el jardín de infancia eran organizadas en grupo y no es que existiera una gran conciencia de quién era o no tu amigo. Simplemente jugábamos o no y no había gran cosa.
Súbitamente, como si el mundo hubiera dado un giro, me encuentro en medio del enorme patio de la escuela, sola, viendo a otras niñas de mi edad y un poco mayores formar grupos, recordar cosas del año anterior, reencontrase como viejas amigas después del largo período vacacional y ponerse al tanto... y yo, como dedo, mirándolo todo.
Nunca olvidaré ese primer día en que en medio de mi extrañeza y soledad, se acercó a mi ella, de cabello muy rubio y una simpática sonrisa. Su voz aguda y su ojillos vivarachos y me invitó a jugar. El juego era muy simple: tan sencillo como dar de vueltas al rededor de un tubo que estaba en una esquina de la cancha, creo que originalmente colocado para jugar espiro -el cual nunca vi colocado en los años que estuve en el colegio-.
Ella fue mi primera amiga. Pasaron un par de años y la vida me llevó lejos. Me fui a la provincia y perdí contacto con ella. Nunca imaginé que el destino me llevaría nuevamente a la misma escuela, y que ella seguiría ahí. Al regresar, nuevamente la sensación del bicho raro o doblemente raro. ya que no era muy claro para mis compañeras si era yo la misma que me fui o si era otra muy parecida...
Nuevamente fue ella y su grupito de amigas quienes fueron las primeras en recibirme con lazos de amistad. Gracias a ellas pasé una de las etapas más difíciles de la vida de cualquier ser humano (la adolescencia) acompañada de juegos, bromas y travesuras...
Nuevamente la vida nos ha llevado por caminos distintos, cada vez más lejanos. Hoy está del otro lado del mar, en el viejo continente, al lado del hombre que ama. Gracias a las redes sociales he mantenido contacto con ella. Pude ver y acompañarla a la distancia disfrutando de las fotos de su boda, los hermosos paisajes que comparte del lugar donde hoy vive y sus viajes.
A pesar de la distancia, la tengo presente, en mis oraciones, en los recuerdos. Cuando mis hijos me preguntan acerca de mi infancia, de mis amigos, de mis recuerdos de escuela, en muchas ocasiones regresa a mi mente su carita de niña y su voz aguda -que aún conserva-. Hoy, en el día de su cumpleaños (siempre lo recuerdo porque ella decía que había nacido el día que le dieron el balazo al Papa Juan Pablo II) el día de la Virgen de Fátima cuando en el noticiero mencionaban la nota de "el día de hoy hace X años el Pontífice..." recordaba su cumpleaños.
Hoy solo quiero desearte, Paloma en tu día, que tengas mucha dicha, mucha paz y mucha alegría en tu vida. Que a pesar de la distancia sientas desde acá una abrazo fuerte y con mucho cariño. Gracias por tu amistad y por los recuerdos. Decía a Aristóteles que "un amigo es un alma que habita en dos cuerpos". No importa que tan alejadas o cuanto tiempo haya pasado, el cariño es uno y permanece.
Feliz cumpleaños amiga.
2 comments:
Gracias Ana!! Qué lindos recuerdos!!! Los primeros amigos se quedan siempre siempre siempre en el corazón!
Muchísimas gracias querida Ana! Igualmente. También decía Aristóteles que quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro! Y los primeros amigos siempre, siempre, siempre, forman parte de uno.
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