Wednesday, February 18, 2015

De ceniza.


No de polvo de estrellas, no de tierra fértil. Somos de ceniza.
Los restos que dejan detrás de una gran hoguera, o de un pequeño fuego. Lo que un día ardió, hoy es de ceniza.

En medio de la frente, signado con una cruz oscura, memoria de quien eres y a donde vas.
No se te olvide quien eres y adónde vas. Una vez al año, ver caminar por la calle adultos, jóvenes, ancianos y niños con el recordatorio: Polvo eres y en polvo te convertirás. invitación a revisar nuestros pasos, a revisar al ruta, y si es necesario a hacer virar el timón.

No puedo verme señalada a mi misma con la marca en mi frente, más veo por la calle a tantos como yo, tan débiles, tan grises, tan volátiles como la ceniza de sus frentes. Ellos tampoco pueden verse a si mismos. Eso hace la comunidad. Es ese espejo que te descubre lo que es imposible percibir, aunque esté justo en medio de la frente.

Ahí vamos por la calle, con la señal de la memoria, con la esperanza de que a pesar de nuestra pobre naturaleza, de carbono, de hidrógeno, de oxígeno y demás,  es posible que arda consumiendo lentamente, a veces en pequeños infiernillos en los que gastamos grandes cantidades de energía, explosiones de cólera,  a veces combustible desperdiciado que no provoca más que una llama que arde pero no calienta. Otras veces en ardientes pasiones que desbordan y como fuegos de artificio iluminan y sorprenden a quienes en medio de la oscuridad observan el espectáculo de luces. A veces fuegos intensos, como los de la forja del hierro, donde se subliman los metales y se funden en ferreas creaciones. Cada uno de ellos consume todo el combustible con el que contamos, pero aportando gran cantidad de luz y calor hacia quienes nos rodean.

Al final todos terminaremos igual, pobres y ricos, feos y agraciados... reducidos a ceniza. La diferencia está en saber en que fuego hemos ardido. Por lo pronto me conformo con arder en el modesto fuego de un hogar, y mantenerme encendida por lo que me quede de combustible.





1 comment:

J. Mario G. said...

Oficio de lectura, 18 de febrero 2015, miércoles de ceniza.

Del libro del profeta Isaías Is 58, 1-12

EL AYUNO QUE AGRADA A DIOS

Esto dice el Señor:

«Grita a voz en cuello, sin cejar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Consultan mi oráculo a diario, muestran afán de saber mis caminos, como si fueran un pueblo que practicara la justicia y no hubiesen abandonado los preceptos de Dios. Me piden sentencias justas, quieren tener cerca a su Dios y exclaman: "¿Para qué ayunar, si no haces caso? ¿Para qué mortificarnos si tú no te fijas?"

Mirad: es que el día de ayuno buscáis vuestro interés y explotáis a vuestros servidores; es que ayunáis entre riñas y pleitos, dando puñetazos sin piedad. No es ese ayuno que ahora hacéis el que hará oír en el cielo vuestras voces.

¿Acaso es ése el ayuno que yo quiero para el día en que el hombre hace penitencia? Doblar la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso llamáis ayuno, día agradable al Señor?

“El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, desatar las coyundas de los yugos, dejar libres a los oprimidos, romper todas las cadenas; partir tu pan con el que tiene hambre, dar hospedaje a los pobres que no tienen techo; cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.

Entonces brillará tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; tu justicia te abrirá camino y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y él te responderá, gritarás y él te dirá: «Aquí estoy».

Cuando destierres de ti los yugos, el gesto amenazante y las malas intenciones; cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, entonces brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.

El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, dará vigor a tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena no se agota; reconstruirás viejas ruinas, levantarás cimientos de antaño, te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de casas en ruinas"».

Pasaje de: www.liturgiadelashoras.com.ar. “Febrero 2015.”