Sunday, November 16, 2014

un buen fin


Terminar el año gastando lo que no tenemos no creo que sea la forma de acabar el año.
¿Dónde quedaron los propósitos de año nuevo? ¿Cuánto dinero ahorramos este año? ¿Cuántos kilos perdimos? ¿Qué aprendimos a hacer?

Se nos fue el año como agua entre los dedos y nos damos cuenta que la vida va a velocidad y no se detiene. Mis amigos se casan, otros tiene su primer hijo, otros más viajan o estudian posgrados. Algunos ascienden de puesto, otros fueron despedidos. Algunos otros se encuentran armando una revolución en las trincheras de las universidades o metidos en la selva del sureste.Hemos cambiado.

Me asomo de vez en cuando a sus vidas y los veo mas o menos felices. Al menos eso dicen sus muros. Fotos de viajes, de fiestas, de niños, de comida. ¿Por qué fotografiamos comida?

Vivimos tiempos raros. Donde la felicidad no se construye, parece que te la venden hecha. Detrás de cada aparador, con un enorme letrero de OFERTA se ofrecen miles de satisfactores a necesidades que nunca tuvimos. ¿Quién necesita una televisión más delgada y ligera? ¿Quién necesita un teléfono más inteligente que uno mismo? ¿A quién le hace falta un par de zapatos o un bolso de temporada?
De la gente que veo recorriendo los pasillos del centro comercial con caras desesperadas ninguno parece NECESITARLO. Pero salen con bolsas llenas de ilusiones, satisfechos de haber "ahorrado" mucho con "el buen fin".

Cada quien sabe de sus finanzas, pero me hace pensar que hace 100 años, una de las guerras más duras que enfrentó México fue en contra de los grandes latifundistas, quienes tenían al pueblo bajo la tienda de raya, si, esa donde los trabajadores empeñaban todo su salario y futuro trabajo para subsistir. Un siglo después, veo las filas en los cajeros automáticos, largas filas en las tiendas departamentales, pantallas planas, licuadoras, juguetes... "compre ahora, pague después",

No se mucho de economía más que los números que manejo en mi modesta economía doméstica, pero tengo bien claro que el ingreso es uno. No importa que los "abonos chiquitos" aparenten no mermar la liquidez, el problema es que ni siquiera estamos consumiendo bienes que nos permitan producir. Estamos consumiendo bienes y servicios "básicos" es decir, que nuestro consumo, fuera de los impuestos que puedan generar, no harán un cambio positivo en la economía: que tu vistas unos Ferragamo o un traje Hugo Boss no repercute casi nada en la economía. No vas a producir más dinero por vestir "de marca".

Se acaba el año y los números rojos del mexicano promedio crecen. No quiero saber cómo están los números de los presupuestos a nivel nacional. Por lo pronto ya se aprobaron aumentos salariales a los ministros de la suprema corte...
. (proceso.com.mx).- En 2015 los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal y del Tribunal Electoral gozarán de un aumento salarial de 6.5 por ciento.
Con ello, las percepciones de quienes conforman el Poder Judicial rebasarán el medio millón de pesos al mes, según publica este sábado el diario Reforma.
El incremento aprobado por los diputados en el Presupuesto de Egresos, representa más del doble respecto a la inflación prevista para 2015 que es de 3 por ciento.
Ministros, consejeros y magistrados electorales tendrán una remuneración anual bruta de 6.76 millones de pesos.
Los integrantes del Poder Judicial tendrán un aumento total de 417 mil 538 pesos en comparación con sus percepciones actuales, según los anexos económicos del Presupuesto de Egresos.
El aumento será para quienes no entraron en la reforma de salarios máximos de 2010, que establece que ningún servidor público puede ganar más que el presidente de la República.
Los ministros de la Corte gozarán de un incremento de 163 mil 671 pesos en su sueldo. El salario base aumentará 31 mil 11 pesos y la “compensación garantizada” será de 132 mil 660 pesos.
En tanto que su aguinaldo aumentará 67 mil 692 pesos y el bono de antigüedad será ajustado a 46 mil 154 pesos.
esos si que tendrán un buen fin. Mientras tanto, nosotros nos conformaremos con el 15%de descuento en nuestras compras y 38 meses sin intereses. A ver si para cuando acabemos de pagar lo que compramos este noviembre estos desdichados siguen viviendo en el país.

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