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Monday, September 06, 2010
Palabromaquia.
Hieren endulzan, seducen, alejan, acercan, consiguen, castigan... La mágia de las palabras es única. Cobran su poder de acuerdo a la intención que se le imprime. ¿es más poderosa la palabra dicha o la escrita?
Cuando se conjuga el verbo, se puede leer entre líneas las segundas intenciones, las ironías, la mentira y también la verdad. La expresión del rostro, la entonación, y el énfasis de la voz, el murmullo sensual, o el grito deseperado.
Cuando la palabra es escrita, se hace trascendente. Viaja en el espacio y el tiempo y aunque carece de una intención propia, se carga de un poder que los mismísimos abogados describen como "expediente". "Si no está escrito no existe" dicen los que saben. Poner en papel las palabras es darles cuerpo físico, es ponerles nombre y apellido... Implica e ejercicio de transformar el sentimiento, la expresión y le gesto en frases que reflejen los sentimientos.
Además de las letras, nos valemos de signos; primero los de puntuación (?¡) que aprendimos en la escuela, y ahora más recientemente, los íconos gestuales o emoticones. Empoderamos la capacidad de expresar nuestro sentir con la sucesión de teclazos que mejor reflejen cómo nos sentimos. Lo cierto es que siempre tenemos la necesidad de exponer, de expresar por escrito -o verbalmente- todo lo que en nuestra cabeza acontece.
Hay quien a través de la composición musical, de la pintura, de la instalación, de la danza o el performance encuentra el modo de fugar sus pesares, expresar sus alegrías y cantar sus penas. El oficio del escritor es tan simple que a veces es difícil considerarlo un arte. Sin emabargo, grandes hombres y grandes obras hemos logrado descubrir a través de la fina pluma de un alguien que adelantándose a su tiempo quizá, decidió dejar constancia de la existencia de éstos por escrito.
Magia con las letras, es lo que del oficio de escritor se trata. Ojalá cobrásemos más seguido conciencia del poder de las palabras, de su repercusión, de su alcance. Tal vez seríamos más serios, más responsables, más cuidadosos... o más escritores.
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