Una nave es una nave...
Vender un auto no es un asunto fácil. No hablo de promocionarlo, ponerlo a la venta, que te lo compren o que te lo paguen a lo que tu crees que vale... Hablo de ese sentimiento nostálgico que te embarga cuando tienes que sacarle todas tus cositas de adentro, aspirarlo muy bien (encuentras el arete que perdiste hace meses, muchas monedas, manchas en lugares de lo más extraño...) Para nosotras las mujeres, y sobre todo para quienes somo mamás, el coche es como la extensión no solo de la bolsa, sino de la casa misma. Traes un paraguas por si llueve, suéteres de los niños, jueguetes, galletas, maquillaje, un cepillo de cabello ¡hasta un tempra!, por si se ofrece...
Te empiezan a pasar por la cabeza todos los lindos momentos que pasaste sobre esas ruedas. Cuando lo viste por primera vez y dijiste: me lo llevo. No importa si era o no un auto del año, caro, familiar, compacto o una camionetota con tumbaburros, era el coche para ti. La primera impresión era sentirte que todo mundo diferente, ¡Ya me vieron, ando estrenando coche! y empiezas a ver y buscar por toda la ciudad los coches que son como el tuyo...
Luego de el encanto primero, como a la semana, o quizá al mes, comienzas a preguntarte si fue buena idea comprarlo. Si no fuiste estafado (a) porque nunca falta el típico envidioso que te enseña el libro azul o las páginas de venta de coches y te enseña unos igualitos pero 3, 5 ó 10 mil pesos más baratos... O comienzas a escucharle un ruidito que no hacía al estrenarlo ( o que no le habías notado hasta ese momento) o unoa rayones ¡en tu auto nuevo!... en fin...
Ya que te acostumbras a tu vida con tu nueva adquisición, llega el momento del estrenón. Justo cuando sientes que ya le agarraste la onda a las dimensiones, o a las velocidades, bajas un poco la guardia y ¡zas! una imprudente banqueta, poste, coche estacionado, (en el mejor de los casos) te recuerda que hay que estar abusada (o)...
El momento de la última limpieza de tu coche está llena de recuerdos, sorpresas y nostalgia, pero sobre todo de las ganas de empezar una nueva historia con lo que venga. Un coche no se vende así porque si... siempre hay grandes y muy valiosas razones para hacerlo.
A la memoria del Rayo Mc Queen, nuestra Kangoo roja. Vayan para ti estas líneas en homenaje a tu abollada carrocería y caramelizada tapicería. Te extrañaremos mucho...
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