Sin palabras...

No hay más forma de expresar lo que hay dentro. Llegué al punto en que no hay ya palabras que describan como me siento. Más allá de un amanecer frente a una taza de café tibio por la espera, te veo pasar con paso apresurado, y para mi el tiempo se detiene. Casí como la primera vez.

Ya no hay misterio, y sin embargo mil enigmas de ti me envuelven a cada minuto. Creo que te consco y todavía me sorprendes, a veces con una palabra, a veces con un enojo, a veces con un te quiero. Aún estamos juntos, no sé mañana, sé de hoy, y hoy, quiero estar contigo. Quiero ser contigo por quien eres y porquien soy yo cuando estoy a tu lado. Por las sonrisas que me robas hasta en los momentos más complicados, por lo que fuimos y lo que seremos, a pesar de las visicitudes. El tiempo juega a mi favor, porque cada minuto que se queda atrás, es un tesoro que guardo en la caja de mi memoria, nunca bajo llave, no sea que un día se me pierda...

Por eso callo, por eso no actúo, porque contemplo, desde dentro, todo lo que tenemos. una instantánea de la memoria que congela este segundo, para que sea eterno.